Querido romano:
Mi lejano amor...
Aún más lejos que la muerte, que tantos amantes separa
Aquella a la que llaman cruel
La que ambos abrazamos cada día
Es la nuestra, la valentía de los necios que no tienen nada que perder
Después de todo, andamos perdidos
No pienso, ¿sabes?
No puedo
Soy Ylena
La espartana
Aquella mujer a la que llaman sacerdotisa, la maga, la hechicera, la curandera, la sanadora...
!Tantas mujeres fui amado mío!
Ninguna pudo retenerte
Ninguna te conquistó
Ninguna te tocó
Hoy no importa
No fuímos
Somos nada...
Ninguna te tocó
Hoy no importa
No fuímos
Somos nada...
Aún dicen que cuando lloro, llora el cielo
Y lloro
Lloro por dentro
Callado, sumiso el lamento, agarrado el gemido, insonoro el sollozo
Muda
El llanto de los que no piensan
No pienso. No puedo
No sé nada de ti, no quiero saberlo
Creo que pasó mucho tiempo desde la última carta de Plubio
No contesté, no pensé
Savia marchó, supongo que con él
Las personas son como hojas, muchas caen en otoño, otras perduran un año más y quizás otro
Tan perennes somos, tan frágiles...
Ya no voy a la montaña.
No me baño en los río o mares
No respiro las primeras luces
No veo amaneceres ni atardeceres
Nunca estoy sola
Me abandonan hasta los espíritus porque mi alma calla lo que no piensa
Río mucho
Creo que no soy feliz, creo que estoy triste, creo que deseo irme
Sólo lo creo
No lo pienso, no puedo
Me levanto y sigo
Ayudo, escucho, consuelo
Tenías razón
Cuando das, nunca es suficiente
Siempre piden más, quieren más
No hay amor suficiente para llenar tantos corazones vacíos
Trabajo y trabajo
Tenías razón
Cuando das, nunca es suficiente
Siempre piden más, quieren más
No hay amor suficiente para llenar tantos corazones vacíos
Trabajo y trabajo
Tanto como haga falta, tanto como pueda para no pensar
No escribo, no te niego, no te encuentro, casi no te recuerdo
Creo que fue hermoso conocerte, más ya sabes...
No pienso, no puedo
Mi pueblo sangra
Las gentes pelean entre si
La rabia, la intolerancia, la incomprensión
De nuevo luchas
¿Nunca te cansas de guerras romano?
Yo si estoy cansada de curar las heridas, de alentar, de soplar vida, de sanar cuerpos agotados
Y callamos
Y callamos
Ese egoísmo me hiere, me mata poco a poco
Pero aún no me iré, tranquilo
Seguiré vagando por esta tierra vuestra...
¿Podría pensar en si acabareis alguna vez de odiaros, de pisaros, de castigaros....?
No lo pienso. No puedo
Sólo sigo
Sigue tu romano
Encuentra el amor
Creo recordar que merecía la pena
Que se podía pelear por mantener vivo el espíritu de los amantes libres
Píensalo tú, si puedes
Nada puede ser tan malo
Como lo que no hicimos
Lo que no recordamos
Lo que no olvidamos
Lo que no pensamos
No sé. No lo pienso. No puedo
No estamos tan lejos,
más nunca estuvimos cerca
Creo...
Triste encontrar así a Ylena, tan vencida e incapaz de pensar lo que cree ser, o de creer lo piensa ser. No me la esperaba tan hundida, ni con esos pasos a otro sitio. Nunca se puede estar tan lejos cuando se ha querido tanto (creo). Felicidades por el texto y por las imágenes que tan bien lo acompañan. BESO GIGANTE
ResponderEliminarGracias profe. Yo también tengo ganas de que Ylena retome su vida con fuerza, pero supongo que ambas estamos algo cansadas ;)
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