Añoro tu piel, aunque casi no la he tocado
Tu olor, que se me lo llevé pegado por si no volvía a verte
Tu tranquila sonrisa que me inducía a preguntarme que estarías pensando
Añoro esa mirada analítica,
esa indulgencia sana, fresca, franca,
mientras tolerabas mis pequeñas locuras
Añoro que me lleves de la mano
y que aprietes ligeramente mis dedos
Añoro tu cabello
Fino, lacio, suave
deslizándose para acariciar mis dedos
Añoro esos brazos fuertes
que me cojas en brazos como a una pluma
Algún instinto ancestral conservo que me cautivó esa fuerza
Añoro esos abrazos fugaces que te robé
Los besos que nos dimos, pero aún más los que no nos dimos
Añoro tener otra oportunidad,
muchas oportunidades
Añoro lo poco que tuvimos tiempo de tener
Añoro lo poco que tuvimos tiempo de tener
y aún más lo que nos quedó por tener
Añoro lo mucho que me gustaría recibir de ti
y lo mucho que me gustaría darte
Añoro no poder decírtelo sin que te asustes
Sin que huyas, como se va todo lo bueno que encuentro
Sin que pienses que soy demasiado intensa y que quiero atraparte
Añoro tus bromas
Tu buen humor
Que nos sonriamos sin motivos,
o con el único motivo de que somos felices en ese mismo instante
Añoro estar tumbada a tu lado
mirar el cielo
está tapado
va a llover, va a anochecer
Pero seguimos tranquilos, disfrutando la maravilla de conocernos
La montaña nos rodea y nos abraza
Nos acoge, somos bienvenidos
Y nosotros tan altos, tan altos
que abajo todo parece irreal
Un mar de edificios donde habita gente que sueña con tener lo que yo estoy teniendo
Mi momento mágico
Mi mágico momento
Lo mágico de los momentos
Añoro algo tan básico como perderme otro instante contigo
y encontrarme en tus ojos
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.