jueves, 21 de marzo de 2013

EL GIGANTE QUE NO QUERÍA CRECER



Había un gigante que no quería crecer
Nació grande, y se hizo tan enorme como una montaña
Más su carácter era tan tranquilo como un mar en calma, sosegado
Pese a su enorme tamaño nadie le temía y era la mejor compañía
Era el mejor amigo
Hacía que te si sintieras a gusto a su lado y buscaba una observación aguda que encendía luces en la mente
Te reconfortaba, te divertía y hacía que los problemas no fueran tan importantes
Desinflaba los egos como quien libera un globo 
Aceptaba las cosas con la medida justa, 
!Que increíble que un alma tan inmensa, encontrara el tamaño justo! 
No le gustaba enfadarse y siempre daba la vuelta para esquivar tropezar con la misma piedra 
Si el viento se llevaba su casa, construía otra 
Le encantaba reír, y se reía de si mismo 
Veía la parte positiva 
Pero ser un gigante tenía sus inconvenientes si por dentro seguías siendo un niño 
Y él lo era 
Un eterno niño... 
Juguetón como un duende, 
Intrépido como un inconsciente aventurero 
Su tamaño le impedía correr por los bosques sin romper algo 
Su alma crecía, no paraba de crecer y hubo un momento en que no cabía en su inmenso cuerpo y se fundió con el universo 
Su cuerpo desapareció entre brumas 
Y el gigante por fin corrió en un espacio infinito 
Dejando sólo el eco de sus risas, 
esa mirada insolente y rebelde, 
pícara, traviesa 
Esa sonrisa abierta, leal, sincera, 
Esas bromas compartidas donde salía el niño y escondía al gigante 


PARA JOAN

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