Muchos conocéis mi viaje a Polonia.
He escrito alguna historia divertida sobre mis aventuras en este maravilloso país y he ido dejando para lo último esta entrada inevitable.
Mientras la escribo, temo no poder expresar adecuadamente el mensaje que quiero transmitir, basado en mis reflexiones y experiencia personal. Pues viajar abre la mente, enseña o debe enseñar y yo siempre quiero aprender.
Empezaré con unos datos básicos, que todos sabemos. Es un copia y pega.
Aquel día perdí mi libreta en el restaurante donde paramos a comer.
Aún así todo está en mi cabeza. Imposible perderlo.
Estos son los datos básicos:
"El campo de concentración de Auschwitz-Birkenau fue un complejo formado por diversos campos de concentración y de exterminio construido por el régimen de la Alemania nazi tras la invasión de Polonia de 1939, al principio de la Segunda Guerra Mundial.
Situado a unos 43 km al oeste de Cracovia, fue el mayor centro de exterminio de la historia del nazismo, donde se calcula que fueron enviadas cerca de un millón trescientas mil personas, de las cuales murieron un millón cien mil, la gran mayoría de ellas judías
En la puerta de entrada a uno de los diversos campos que componían el complejo (Auschwitz I) se puede leer el lema en alemán Arbeit macht frei («El trabajo os hará libres»), con el que recibían a los deportados las fuerzas de las SS que estaban a cargo del centro durante su periodo de funcionamiento, desde su apertura el 20 de mayo de1940 hasta el 27 de enero de 1945, cuando fue liberado por el ejército soviético"
No era verdad... El trabajo no les hizo libres. Esta era la entrada al infierno
Antes de visitar el campo, estuvimos en el Museo de Oskar Schindler, donde la belleza del arte nos habla del dolor y la tragedia, y también de la bondad y la esperanza
¿Pudo hacer más?
Si
También pudo hacer menos
Él sólo representa para mí, a cientos de héroes desconocidos que pusieron en peligro sus vidas y la de los suyos por ayudar a otro, que en muchos casos, era un desconocido
¿Cuánto vale una vida?
Éramos un grupo de treinta y tres personas. En Auschwitz, nos esperaba nuestra guía local, Eva. Destacar su acompañamiento lleno de entereza, claridad y solemnidad.
El día era lluvioso y nublado y esto nos situó todavía más en como debían sentirse los prisioneros cuando después de un larguísimo y torturador viaje bajaban del tren y aparecían allí. En aquel campo verde y embarrado. Y no quiero ni imaginar, como sería si en vez de agosto, habláramos del invierno, con su manto mortal de nieve blanca.
Para algunos tener una gran imaginación es una bendición.
No cabe duda de que lo es para mí, pero como siempre digo, existe la dualidad. Su lado opuesto.
La capacidad de empirismo y de situarte en la piel de los otros, de imaginarte siendo uno de ellos, saliendo a trabajar cada día sin haber descansado, viendo como los tuyos mueren o sin conocer que habrá sido de ellos, si se mantendrán con vida, si seguirán levantándose con la esperanza de encontrarte, de recuperar la vida que tuviste, de abrazar a tus seres amados.
Eramos una procesión de personas que seguían en hilera a la guía como autómatas. Perdidos en nuestras reflexiones, mientras por los auriculares no parábamos de escuchar un horror tras otro.
Se visitan tres pabellones, convertidos en museos.
Creo que mi responsabilidad me pedía estar presente.
Ver y asumir.
No me considero ni más ni menos sensible que otros. Pero soy de las que si va a morir el protagonista del libro o de la película, quiero saberlo.
Aguanté dos pabellones.
Me rendí en una inmensa urna transparente, mucho más grande de lo que podáis imaginar, llena de pelo humano
No vi más
Tenía bastante, pero seguí escuchando cada palabra a través del audio
Cada palabra...
Luego llegamos a Birkenau
Aquí se produjeron la gran mayoría de ejecuciones.
Sólo quedan ruinas y así lo mantienen
Me sentí aliviada
Aire, campo abierto, verde
Pero era mentira, una ilusión
Ellos no podían escapar de la pesadilla
alambradas, vigilantes
Una cárcel espeluznante y parece tan bella e inofensiva
Y os traje estas imágenes
En el campo recogí estas flores
Hay quien me considera rara porqué tengo la manía de colocarlas en mi pelo.
Es un símbolo personal que ahora quiero compartir con mis lectores.
Es algo que he aprendido y que jamás olvido:
LA VIDA RENACE
Este cielo me dijo adiós en Auschwitz
Cientos de personas dejaron sus vidas en aquel manto verde donde renacían flores silvestres.
Lucharon por seguir en las peores condiciones
El espíritu de supervivencia no nos abandona
Queremos seguír aún deseando nuestro final
Nos adaptamos hasta perder nuestra humanidad y dignidad
Sufrimos y continuamos
Queremos vivir
La esperanza tiene una fuerza inmensamente poderosa
El mal existe, el infierno existe
No lo busquemos en el más allá
Está aquí, a nuestro alrededor
Personalmente he tenido la desgracia de conocer malas personas
Monstruos
Gente que está convencida de obrar con justicia,
que aseguran acostarse cada día con la conciencia tranquila después de haber hecho daño
Podrían pasar por seres bondadosos
Por buenas personas y no lo son
Te convencen de que la culpa es tuya
Ellos nunca son responsables de sus actos sino consecuencia de los malos actos de sus víctimas
Pero también he tenido la suerte de conocer a gente maravillosa
Dispuesta a ayudar
Que te da lo que no le sobra
Que ama
Que apoya
Que vuela junto a ti y te sujeta
Ojalá esta entrada sirva para algo
Para hacernos reflexionar por qué estas muertes siguen pasando,
¿porqué seguimos haciendo daño?
¿Porqué a estas horas hay alguien que llora la pérdida de un ser amado por la estúpida violencia?
¿porqué no aprendemos de nuestro pasado?
Sirva también esta entrada de homenaje a todas las almas que nos acompañan en la memoria que nunca olvida.
!Por vosotros!
LA VIDA SIGUE
Amparo, al leer tu publicación no pude aguantar y me puse a llorar. Por todo lo que me imagino que sufrieron las victimas, por como entiendo que te sentiste tu allá, por todo... Y tienes razón, no entiendo ¿por qué la gente no aprende de los errores, por qué dejamos que la maldad y la intolerancia entren en nuestro corazón, por qué el ser human puede ser bueno y después de un rato un monstruo? :(
ResponderEliminarQuerida amiga, lamento emocionarte, pero es grato a su vez, que compartamos nuestras mutuas inquietudes, porqué estas experiencias nos enseñan a ver el lado más negro y duro del mundo, pero comentarios y preguntas como las que compartimos las dos, me susurran que aún nos queda alguna esperanza
EliminarMuchos besos linda
Hola, Amparo. Yo estuve en el campo de Terezin durante un viaje que realicé a la República Checa, y aunque al lado de este campo modelo de Auschwitz resulta muy modesto, el horror podía sentirse todavía entre sus muros convertidos ahora en museo. Es tremendo que estas cosas las hagamos seres que nos denominamos racionales y humanos, y lo peor es que ese horror no finalizó tras la caída del nazismo, ese horror y otros parecidos han continuado produciéndose en Vietnam, Centroamérica, Ruanda, Sarajevo, Kósovo, Gaza... y continuarán mientras nuestra especie exista, porque somos nuestro más terrible predador, es tristísimo, pero hemos de reconocer que no cambiamos.
ResponderEliminarMuchos besos y muy feliz finde, preciosa. Comparto, por supuesto.
Gracias linda:
EliminarPor ello considero que en la medida de nuestras posibilidades debemos dar a conocer no ya los horribles datos que todos conocemos, sino la reflexión de que el hombre debe dejar ese lado oscuro de seguir haciendo daño a sus semejantes, precisamente porqué todo este horror nos persigue a día de hoy y es lo más triste de todo.
Feliz fin de semana preciosa y muchos besos
Gracias querida Montse.
ResponderEliminarSignifica mucho para mi tu comentario
Algún día espero que escribamos una entrada muy diferente
Muchos besos
¡Hola!
ResponderEliminarMientras leía tu entrada y veía las fotos no he podido evitar estremecerme al recordar todo lo que he leído y visto sobre el Holocausto. Debe ser impresionante andar por ese lugar. Yo no sé si podria. En la universidad estudio cine y literatura alemana y precisamente hablamos sobre las dos guerras mundiales y esto incluye el Holocausto. Una no deja de estremecerse cada vez que aprende algo nuevo al respecto. Hay una anécdota que nos contó nuestro profesor y es referente a Schindler. Nos dijo que fue a un congreso y se encontró con el último superviviente de esa historia y éste le dijo que la lista no la hizo Schindler sino su mujer.
Enhorabuena por la entrada!
Un saludo,
Laura
Querida Laura:
EliminarSobre la lista hay varias versiones, la más aceptada es la que muestran en la película de que la hizo su secretario, pero sin duda un contacto directo, como el que hizo tu profesor es mucho más evidente que lo que puede contarse.
La mujer de Oskar es un personaje que me cautiva y sobre quien se ha dicho muy poco. Uno de mis proyectos es averiguar cuanto pueda sobre ella y hacerle algún día un artículo.
como muchas mujeres, pasó por la historia a la sombra de su marido y seguro que tuvo mucho que ver en todo lo que aconteció
Muchas gracias por tus comentarios y por la anécdota y sobre todo gracias por la visita
Muchos besos
Cuanta sensibilidad y que gran espíritu el tuyo. Gracias por compartirnos tu vivencia.
ResponderEliminarSon de esas lecturas que una no olvida...
Gracias Yolanda
EliminarNo sabes cuanto agradezco tus palabras. No puede haber nada más bonito para alguien que escribe que tu comentario
Besos linda
Hola Amparo. Te prometo que ayer sábado te leí y pensaba decirte de manera privada qué te había pasado con esta entrada porque parecía que la habías dejado a medias. (no sé qué me pasó porque yo sólo leí hasta el copy paste) Así que hoy al volver es cuando he encontrado lo que esperaba de ti: tu reflexión, y tu fe en que de alguna manera la misma vida perdonará y regenerará los errores humanos. Lo mejor (para mí) todo lo que representa la flor en el pelo, y la grandeza del símbolo por encima de los pensamientos negativos. Casi me voy a la conversación del otro día, y cualquiera de los dos podríamos decir: mira toda esta mierda que te cuento, pero mira también la flor en mi pelo. BESOS.
ResponderEliminarMi querido profe:
EliminarTe contaré un secreto, para no variar, jaja
Viste así la entrada porqué me pasé toda la mañana para escribirla y la iba haciendo a trozos. escribía un poco, me bloqueaba y me iba a hacer otra cosa mientras pensaba y volvía. Ha sido uno de los artículos que más me ha costado escribir, porqué en esta ocasión escribía sobre unos hecho históricos y sentía la responsabilidad de hacerlo bien de acuerdo a mi criterio. De sentirme reflejada en mis palabras y en lo que no digo, en el silencio
Como bien dices, yo también me quedo con las flores, las silvestres, las que renacen en cualquier sitio y en las peores circunstancias y la próxima vez que las recoja, una será en tu honor. Por nuestro constante renacimiento, mi queridísimo amigo
Besos
Ja, ja. Ahora lo entiendo todo. Besos y flores!
EliminarMuchas gracias por denunciar el horror y compartirnos la esperanza por un mundo mejor. Ha sido un viaje lleno de emoción, recuerdos de la historia, dolor pero también espectativa de futuro, la balanza de la justicia siempre se inclina sobre los débiles y necesitados. Solo es cuestión de tiempo. Lo comparto muy gustosamente, en google.
ResponderEliminarUn abrazo, mi solidaridad y felicitarte por la entrada
Muchas gracias.
EliminarLa esperanza persiste, como nuestra humanidad. no debemos perderla nunca
Un fuerte abrazo
Hola Amparo, se te nota tu sensibilidad a flor de piel en cada una de tus palabras y en cada uno de tus silencios. Lo que pasó entre aquellos barracones fue inhumano y la carga emotiva, muchos años después de aquello, no se borra. Admiro a los gobiernos alemanes y polaco que han convertido su vergüenza en museos, como hitos para no volver a repetir aquella barbarie. Estas experiencia son muy vividas para la gente con mas sensibilidad pero dudo que alguien haga una visita a esos campos y no salga dañado.
ResponderEliminarUn gran relato y mucha esperanza, que es lo que necesitamos.
Un abrazo, amiga.!!
Mi querido Juanan:
EliminarLa verdad es de admirar el trabajo y el cuidado con el que tratan este capítulo tan negro de su historia
Me intrigaba ver como lo exploicarían, con que perspecxtiva asumirían estos nefastos hechos y debo decir que lo hacen de una manera excelente. Fieles a la verda, a los datos, sin justificaciones ni excusas. es parte de su pasado y lo reflejan para que aprendamos en el presente. La guía Eva, como menciono, era además una persona con una solemnidad y una entereza personal, maravillosa y en general todos los guías locales que tuvimos
y como señalas y no paro de resaltar, esperanza, siempre esperanza
Un abrazote y feliz semana!!
Impresionante Uno queda sin palabras al leer tu historia . un abrazo Jaime Barcelona
ResponderEliminarGracias Jaume y un muy fuerte abrazo
EliminarPetons
Estoy impresionado Amparo, me has transportado por un instante al horror y la desesperanza. Ese campo lo he visto en varias películas y te horroriza, pero supongo que estar allí en esa atmósfera de muerte y desolación tiene que ser la sensación peor que hayas tenido. Es increíble como la maldad puede llegar a tan deleznable situación, marcando a ser humano como un monstruo que a las malas es capaz de hacer desaparecer su propia especie con estupidas distinciones como el nazismo, el racismo, el fascismo o ridiculeces por el estilo. Ojalá esto sirva para aprender lo fácil que es encender la mecha del exterminio aunque nos parezca a todos algo muy lejano, esta muy cerca de nosotros y lo seguirá estando si los sucios de corazón son los que empujan a la humanidad al mas triste de sus recuerdos. Mi mas sincera enhorabuena, trasmites con mucho sentimiento y sensibilidad compañera, un abrazo.
ResponderEliminarQuerido ramón, ante todo darte las gracias. Leer vuestros comentarios, me hace sentir que no estoy equivacada y que esa percepción de horror, de incomprensión, nos toca a todos
ResponderEliminarTe contaré que no se si es sugestión, pero lo que más percibí allí, fue amor y paz. es como si lo que ha quedado fuera un testimonio para que respiremos esa esperanza con la que machaco esta entrada.
o puede que sólo yo quisiera verlo así, en cualquier caso, matar a otro ser humano no tiene justificación y no debería de ocurrir nunca
Un fuerte abrazo mi querido amigo
Para mi es imposible describir los sentimientos que me provocó mi visita en el 2004, acentuados por conocer la tremenda historia que rodea al lugar. Te entiendo perfectamente.
ResponderEliminarCuando estuve era invierno y la sensación de soledad y tristeza es mayor.
Puedes ver algunas de las fotos que tomé en esta entrada: http://www.elcajondegrisom.com/2011/05/auschwitz-birkenau.html
Un abrazo amiga.
Querido Juanjo:
EliminarAcabo de visitar tu blog y tienes razón en que el impacto nevado es mucho mayor. ya lo pensé mientras estaba allí, después de todo llegamos en agosto que el tiempo es relativamente bueno y la humedad y la lluvia era constante, así que la dureza del frío aún incrementaba las pocas posibilidades de supervivencia que tenían
Es terrible amigo mío
Ojalá llegue el día en que podamos mirar hacia atrás sin tener que mirar al rededor y seguir viendo horrores en nuestro día a día
Besos
Extraordinaria la entrada, ademas fruto vivo de tu experiencia vivida, como muy bien dices en el propio infierno.. No he tenido nunca la ocasión de conocer un lugar como el que describes, si he estado en Normandia, y aun que esta muy comercializado, si vi los enormes cementerios que guardan allí el fruto de tanta barbarie....
ResponderEliminarUn abrazo....
Querido Llorenç, si has estado en Normandia habrás podido captar estas sensaciones y sentimientos que describo, pues la inmensidad de la tragedia queda grabada en el aire.
EliminarMuchas gracias y un fuerte abrazo
Estuve visitando ese campo en diciembre pasado, todo nevado, muchísimo frío, mucho barro, y lo que hay en los barracones a modo de museo, deja el ánimo por los suelos, fué una experiencia inolvidable.
ResponderEliminarUn saludo
Cierto querida Carmen. No quiero ni pensar como sería en invierno.La experiencia nunca se olvida.Muchos besitos bonita y muchas gracias
EliminarMuy bueno! Saludos desde Argentina....
ResponderEliminarGracias Adán. Un muy fuerte abrazo desde Barcelona, España.
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