En la cueva del silencio hace tanto frío
Estoy tan cansada
Pesan los huesos
Hasta el sueño es dolor
Me enerva la impotencia
Me enhebra la inconsciencia
Agujas en un segundo
cosen con calma
esta telaraña de ramas
Me reinvento y fluyo
Gacela perseguida soy
Y resucito en tu piel
Ellos escriben supersticiones en sus renglones
Convencidos me dejan en el suelo de los justos
mirando esa ventana,
imposible escapar
Cojed mis ganas
En el desierto del ayer las dejé
Me atraparon mirando sus promesas de libertad
La ley de sus almas puede conmigo
Dadme un respiro
Dadme el alivio
¿Cuanto cuesta vuestra ayuda?
Son tan caros vuestros principios...
Y sólo quedas tú...
Ámame como si no me hubieras conocido nunca
Mátame como tu sabes
En ese pozo de placer donde luchamos los dos
Sólo queda esperanza de un mundo mejor
donde tu duermes amor
Prometo buscarte las llaves
Pese a mi despiste crónico
que ya es tuyo
Te lo regalé el primer día
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