lunes, 2 de mayo de 2016

CARTAS A ROMA III.- LA LLAMA


Querido romano:

La semana pasada la espartana me sorprendió en la noche, cuando pensé que dormía y aproveché para escribirte.


Anda tan sigilosa que se confunde con los ruidos nocturnos.  
Cada uno de sus pasos es un susurro de sus pies descalzos. 
Debí escuchar sus cascabeles, que presagian su llegada, pero estoy tan acostumbrada que no los oigo.
Tampoco se si hubiera parado de escribir si la hubiera visto. 
Intuyo que hubiera seguido concentrada, dibujando letras con la sangre de la tinta sobre el viejo pergamino que me dejaste.
Es fascinante admirar sus formas. Pensar que forman palabras. 

La encontré frente a mi. Me paralicé.

Su mano tan marmórea agarro el papel.


No lo leyó.

Lo levantó lo suficiente para situarlo frente a mí. 
Así me obligó a levantar la mirada y encontrarme con esos rasgados ojos oscuros, casi cerrados, siempre brillantes.

-¿Por qué te molestas?- me preguntó-. Él no va leerlo.
-Le prometí que le escribiría cada día una carta para que supiera de ti. Cumplo mi palabra.
-¿Y escribes mis secretos? -me regañó con dulzura-. Cuéntale ésto.

Entonces el pergamino comenzó a arder mientras lo sujetaba.

Me sobresalté.
No deja de fascinarme su magia. 
Siento una mezcla de respeto, temor y admiración. 
Las llamas crepitaron en sus palmas hasta terminar convertidas en cenizas.
Luego las sopló y me llegó un perfume de azahar mezclado con azaleas. 
Ninguna de esas flores crecen en nuestro jardín. 
Se giró y se marchó.

No puedo decirte cual era su expresión.
No osé mirarla.

Al día siguiente se levantó callada.
No podía hablar.
Su garganta se había secado y también la hiedra de la entrada
Su silencio no era incómodo.
No habló durante cuatro días.
No nos estaba castigando
.
Nos sonreía con tranquilidad y nos trataba con su bondad habitual.
No parecía encontrarse mal
Sólo la había abandonado el sonido
Nos sentíamos huérfanos sin sus cantos

Merlín la visitó y la estudió con cuidado.
Nos dijo que no le pasaba nada, simplemente no tenía nada que decir.



Comprendí que debía seguir escribiéndote, porque soy su voz.
Sólo eso.
La voz de la espartana que te ama, romano..


¿Puedes oírla?
¿Leerás mis cartas o las harás ceniza?

11 comentarios:

  1. No pasaste en silencio
    escuché tu dulce canto
    triste sinfonía
    de música dormida...
    de un bello poema
    atrapado en tu garganta...
    que silencioso y frío
    penetra en el alma...
    no, no pasaste en silencio
    no fue vano tu esfuerzo
    pude en mi interior oír...
    de tu corazón el lamento
    que como doblar de campanas
    me dejó sin aliento.

    Un beso de Ángel.

    ResponderEliminar
  2. Simplemente fascinante, Amparo... Besos, linda

    ResponderEliminar
  3. Hola Amparo, he estado dudando sobre comentarte o no porque quería saber si la voz narradora es o será más protagonista aún de la historia, o si en realidad encarna a "la espartana" (me valen todo tipo de conjeturas que por supuesto no has de responder, esperaré paciente a la siguiente). Pero quería que no me echaras de menos, y decirte aquí estoy, te acompaño también en esta poesía narrativa que espero extiendas tanto como puedas, porque como ya te he dicho, se te nota, te toca la fibra. Besotes.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me quedé sin decir la mitad de la frase. La duda era esperar a la siguiente entrega para saber más. Y ahora sí, más besotes.

      Eliminar
    2. Gracias profe. Nunca deja de asombrarme como me conoces. Entre esas dos ideas ando y no sé cual ganará al final. me atraen tanto que hasta he pensado probar con cada una para ver hacia donde me llevan. escribo de manera muy intuitiva y pocas veces se hacia donde me lleva un relato, pero lo que si que se es que me apetece mucho seguir con estas cartas. TK. Un besote inmenso

      Eliminar
  4. Preciosa carta, Amparo, comparto con mucho gusto. Besos y feliz semanita :-))

    ResponderEliminar
  5. un placer encontrarte en mi camino Y verlo que creas en tu destino

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias querida. Encantada yo también. Feliz camino compañera de andaduras

      Eliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.