martes, 5 de noviembre de 2013

1, 2 y 3 (COMO LA VIDA MISMA)

Perdonad que hoy haga esta pausa en mi camino acostumbrado, pero quiero compartir con vosotros una secuencia de fotos que me hizo reflexionar y de paso reírme un poco de mí misma. Algo que encuentro muy sano, para no tomarme demasiado en serio.
Acostumbro a caminar siempre en línea recta. No me gustan las curvas, odio las subidas, me freno en las bajadas, me desconciertan los laberintos, me asusta lo inesperado, caigo en los baches... En fin, soy torpe
A menudo la sensación es que mi cuerpo no obedece a mi mente y mis intentos se quedan en eso, intentos. Con mayor o menor éxito.
Pero hay una cualidad que me define y es el tesón, la cabezonería, la perseverancia o como os guste llamarlo.
Soy guerrera y lucho. Me agoto. Descanso y vuelvo a luchar. Vuelvo a intentarlo.
Así que aquí me tenéis. Hoy voy a ascender a un pico. Llevo botas nuevas, he desayunado bien y pretendo concentrarme en seguir la senda sin caerme y sin mover más las piedras de su sitio. Tarea nada fácil para quien tropieza con la raya de un lápiz o se empana con la forma de una nube.
Y de repente aparece el río. No pasa nada. Se bordea hasta encontrar el lugar idóneo para cruzar. En cualquier otra época del año, la solución menos práctica pero más divertida es meterme con mis botas y de paso refrescarme los pies. Pero hace un frío que pela y la ilusión del día no es ir calada de agua.
Así que me preparo y cojo impulso con una buena carrera. Pero me freno a punto de saltar.
!Madre mía cuanto trozo!
Mejor no pienso y salto....


!Que estilazo! Por algo soy una bailarina frustrada. ¿Cuantas veces he hecho este mismo salto en mi comedor? (con algún pequeño accidente doméstico que ahora no viene al caso)
Vueloooooooo


Algo falla... Lo presiento. Ya decía yo que no llegaba al otro lado. Mojarme, me mojo, así que aquí hay dos opciones muy concisas.
Primera intento estirarme un poco más o acepto el baño irremediable que me viene.
Cierro los ojos y asumo que el plan no ha salido perfecto.
El río se ha ensanchado milagrosamente porqué por supuesto mi salto era genial y todo iba a salir bien.
Everything's gonna be alright


Resultado final...


Conclusión..
Don't Worry Be Happy

Podéis estar seguros de que volveré a intentarlo. saltaré siempre. subiré cuestas, cruzaré senderos, escalaré montañas, me bañaré en aguas heladas, bajaré tortuosas sendas... pero seguiré.


Sólo es cuestión de mojarse, pero siempre vale la pena saltar